La mejor inversión que he hecho en mi vida no se trata de una operación bursátil que haya salido redonda, o de un máster que me haya resultado súper rentable, no.
Mi mejor inversión ha sido una camilla plegable que tenemos en casa.
Desde que la compramos mi marido y yo nos tratamos en casa con la misma profesionalidad que en la clínica y una de las cosas que más valoro es ser tratada por la noche.
Antes de comenzar la sesión ya me pongo el pijama porque sé que seguro me quedaré dormida y al terminar me puedo meter directamente en cama.
¡Son las noches que mejor duermo!
¡Qué pena me da tener que despertar a mis pacientes y decirles que ya se ha terminado la sesión! Con lo a gustito que se les ve allí durmiendo en la camilla…